Cuando por fin conseguís el trabajo que tanto querías uno se encuentra con que la empresa tiene reglas y normas explicitas, algunas veces escritas en manuales de procedimientos; pero al poco tiempo de andar se perciben otros ordenamientos que están implícitos, que no se dicen pero están presentes y nos dan valiosa información sobre cómo comportarnos. Este “conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores y formas de interacción” son la cultura organizacional que en términos muy simples puede comprenderse con frases como “así se hacen las cosas acá”.
¿Por qué es importante reconocer el tipo de cultura organizacional en que nos vamos a insertar?
Pues porque somos un elemento nuevo en esa red de interacciones y cuanto más rápido detectemos los modos de comunicación, afrontamiento de conflictos, códigos de vestimenta etc. el periodo de adaptación será más breve y confortable, además de que favorecerá que pasemos el tan temido “periodo de prueba”.
En principio, “a la tierra que fueres haz lo que vieres” reza un refrán. Además, podemos hacer preguntas con tacto y sentido de la oportunidad a aquellas personas que se muestren amigables y predispuestas a ayudarnos en este trance.
Conocer los tipos de cultura nos dará un marco general sobre cómo comportarnos y que deberemos adaptar a las particularidades de nuestra organización. Harrison, Roger y Stokes (1992) describieron 4 tipos de culturas organizacionales.
1. Orientada al poder.
2. Orientada al rol.
3. Orientada al logro.
4. Orientada a la contención.
La cultura orientada al poder
Se apoya en la idea de que los recursos son escasos y quien los domina controla la conducta de los demás. Quien tiene el poder decide quien tiene acceso al dinero, privilegios, condiciones de trabajo o cualquier otra cosa que una persona necesite y otra lo posea. Se pueden identificar dos subgrupos: el de los “hijos preferidos” del líder y el de grupo de los “no preferidos”, esto genera celos, envidias y roces constantes.
Algunas sugerencias para adaptarse a este tipo de cultura son:
Identifica quien o quienes tienen el poder efectivamente. Puede ser tu jefe directo o el jefe de tu jefe; si este te da una orden, esta debe ser tu prioridad.
Medí tus palabras y gestos cuidando qué decís, a quién se lo decís y cuándo.
Sugerí mejoras sólo si te dan el espacio para hacerlo directamente y no seas crítico.
La lealtad es de los valores más apreciados en este tipo de cultura.
Averigua las fechas y detalles importantes para quien tiene el poder, comunícale los logros de tu área e intenta mantener una relación directa con esta persona.
Cultura Orientada al Rol
En este tipo de culturas las conductas esperadas están definidas. Cada quien sabe que se espera de cada uno. Son altamente estructuradas en procedimientos, esto da seguridad y estabilidad. Se espera que los miembros sean ordenados, racionales y consistentes.
Algunas sugerencias para adaptarse a este tipo de cultura son:
Estudia y aplica al pie de la letra los manuales de procedimientos. No te quedes con dudas, hacé todas las preguntas que sean pertinentes siempre que el momento lo permita.
El orden, la limpieza y la eficiencia son los valores rectores de este tipo de organizaciones.
Mantené informado al detalle y constantemente a tus superiores. La medición de los procedimientos y logros es clave.
El status quo es muy importante en este tipo de culturas. La innovación es lenta pero no imposible.
Cultura orientada al Logro
Estas son organizaciones orientadas hacia los resultados. Los miembros se sienten motivados por la misión que los trasciende y contribuye con la comunidad. La autoridad y recompensas se dan en función de las contribuciones en línea con la misión de la organización. De igual manera es la misión la que guía la toma de decisiones.
Algunas sugerencias para adaptarse a este tipo de cultura son:
La comunicación es abierta y en todas direcciones, son organizaciones de puertas abiertas.
Los standars de la organización son altos, debes entregar los resultados esperados en tiempo y forma.
La innovación es buscada, por lo que es bueno que redefinas los procesos y hagas sugerencias de mejoras incluso más allá de tu área siempre que puedas sustentarlo con argumentos sólidos.
La autonomía y el autocontrol son valores rectores del trabajo. Por ello no esperes supervisión constante.
En línea con lo anterior la pro actividad es muy bien vista y la procrastinación penada. No esperes premios ni incentivos por ir más allá de tu deber.
Si no comparte la misión este tipo de organizaciones no es para usted.
Cultura orientada a la contención o soporte
Se funda en la confianza recíproca entre los individuos y la organización. Un importante elemento dentro de estas culturas es el manifiesto afecto y vinculo que se forma entre los miembros. Por ello los miembros son más sensibles a las necesidades emocionales de sus compañeros, clientes internos, externos y proveedores. Es común que cuestiones personales se hablen abiertamente. Se celebran las fechas importantes a nivel organizacional y personal, como cumpleaños, aniversarios, etc.
Los miembros se preocupan por la marcha del negocio más allá de sus obligaciones. predomina la cooperación frente a la competición.
Cómo aspectos poco deseados es que hay poca competitividad por que los conflictos tienden a evadirse y por eso los problemas no se resuelven.
Algunas sugerencias para adaptarte a este tipo de cultura son:
Coopera abierta y constantemente.
Escucha empáticamente y ofrece la ayuda que esté a su alcance.
Toma nota de las fechas y eventos importantes.
Defendé la imagen de la organización dentro y fuera del horario de trabajo.
Participa de los eventos sociales fuera de los horarios de trabajo.
Espero que estas líneas te sean de ayuda para adaptarte con rapidez a tu nueva empresa.
¿Qué idea se te ocurre para sumar?
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