El desempleo es una situación multi causal. La mayoría de las veces las causas se entrelazan haciendo que sea difícil identificar cuáles son las que están afectando en mayor medida nuestra actualidad.
Te propongo analizar algunas de las más comunes para que te auto-evalúes en función de ellas.
Ausencia de o poca claridad en los objetivos profesionales.
Quien no sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra…. Dijo Claude Bernard. La falta de objetivos claros en cualquier búsqueda lleva al derroche de energía sin sentido. Lo mismo ocurre cuando buscamos empleo. No da igual:
"Busco trabajo de cualquier cosa" que
"Busco trabajo como Vendedor" que
"Busco trabajo como vendedor de Autos" que
"Mi objetivo es trabajar vendiendo autos marca "X" " que
"Mi objetivo es ser vendedor de autos marca "X" en de tal concesionaria en la ciudad de Corrientes"
Establecer claramente hacia donde nos dirigimos nos ayuda a fijar los métodos que utilizaremos para llegar. Planificar nos dirige hacia lo que buscamos, sosteniendo sistemáticamente las conductas que aportan en esa dirección.
En resumen; antes de gastar tiempo, dinero y energía en buscar “cualquier cosa” invierte un poco de tiempo en saber que empleo es el que buscas. ( la orientación de un profesional siempre es buena )
Ignorar las necesidades del mercado de empleo
Conocer las dinámicas del mercado de empleo te da ventaja directa sobre los otros competidores. Reconocer los cambios en las necesidades de tus clientes (sean estos personas o empresas) y anticiparte al resto te da mayor tiempo para adaptarte a esos cambios.
Si desconoces que tipo de formación, que herramientas o que métodos requieren tus clientes, seguramente eso te restará oportunidades; por ello es muy importante estar atento a las novedades y tendencias leyendo revistas y/o portales especializados. Participando de seminarios, charlas y otros espacios de actualización profesional.
Formación o Calificación deficiente.
Estar formado significa tener el desarrollo de las competencias que el mercado requiere en un determinado momento. Por su parte la calificación es la validación de ese nivel de desarrollo competencial por una institución idónea.
Una persona puede tener profundo conocimiento (haberse especializado) en una materia, una herramienta o un método y sin embargo no haber pasado por el proceso de certificación académica. Otras personas pueden haber alcanzado el grado académico porque tienen el desarrollo mínimo necesario de las competencias y haber tomado los exámenes que homologan este conocimiento.
Dependiendo del objetivo que te has trazado necesitaras de una o ambas; algunas profesiones por ser su objeto de carácter público requieren que además de mucha formación se cuente con la certificación pertinente (por caso la Kinesiología), por otra parte hay profesiones en las que un gran expertice en la materia basta (por caso la programación de software o la Carnicería). De ninguna manera quiero dar a entender que la cualificación carece de importancia sino que no son una, condición necesaria de la otra.
Sea cual fuere tu situación debes aspirar a contar con el nivel de desarrollo de las competencias que el mercado demanda. Si no lo tienes darte cuenta de ello puede ser el punta pie para iniciar el camino que te lleve a formarte y calificar esas competencias. Por más curriculums que envíes si no cumples con los requisitos excluyentes no serás invitado a participar de las entrevistas.
Habilidades sociales
Estamos en el inicio de la Cuarta Revolución Industrial, ahora más que nunca las habilidades sociales revisten importancia. La manera en que te vincules con compañeros de trabajo, potenciales clientes, proveedores y colegas favorecen o perjudican tus probabilidades de conseguir el empleo que buscas. Ante curriculums similares los reclutadores se inclinan por aquellas personas que en las entrevistas han sabido mostrarse empáticas, flexibles, optimistas y con orientación al trabajo en equipos. El control de los impulsos, la asertividad y la comunicación clara son de las competencias “soft” más deseadas y que aun las maquinas no pueden imitar.
Muchas de estas habilidades se aprenden en el patio del jardín y los primeros años de escuela. Palabras como por favor, gracias, buen día, que tengas linda jornada, fue mi error….perdón, cómo lo arreglo son frases que utilizadas a tiempo marcan la diferencia. Una sonrisa oportuna, mirar a los ojos y saludar con firmeza siguen siendo de gran valor.
No saber cómo buscar empleo
Aplicar las técnicas de búsqueda de empleo correctas es clave. Da cuenta al selector de que tan empapados estás en la cotidianeidad del rubro en el que aspiras a insertarte laboralmente. En algunas profesiones bastará con enviar cv’s, en otra con apuntarse a bolsas de empleo, y en otra sea lo usual las postulaciones espontáneas.
Está muy relacionado con los puntos anteriores ya que sólo una vez que hayas resuelto acabadamente tus objetivos, conozcas el mercado de empleo y tengas la formación/ calificación necesaria podrás precisar las técnicas y herramientas de empleo más adecuadas a tu búsqueda. Sin embargo de lo anterior te recuerdo que una red de contactos oportuna sigue y seguirá siendo una herramienta imprescindible.
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En todos estos puntos puedes contar con la ayuda de un profesional de la orientación ocupacional.
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