Las ideas que tenemos sobre el empleo y desempleo condicionan cómo afrontamos la búsqueda de este. Ese diálogo interno que funciona como un filtro con el que evaluamos las circunstancias y nuestras habilidades puede significar la diferencia entre abordar productiva o catastróficamente la tarea . Aprender a identificarlas y gestionarlas es de suma importancia.
Aquí hago un resumen de algunas de las más comunes:
Creencia de la fortuna. “Si no consigo trabajo es porque no tengo suerte”, “Hay gente que nace con estrella y otros estrellados”, “que suerte que tuvo fulana de conseguir trabajo en X lugar”
Sin negar la existencia del factor azar, ponderar como EL elemento determinante para buscar y conseguir empleo es simplemente una exageración. Habrá una cuota de azar en todo lo que emprendamos y sin embargo no es para nada casual que quienes definan objetivos claros, planifiquen cursos de acción, se preparen y accionen tengan “más suerte” que quienes deciden abordar la búsqueda de empleo sin ton ni son. Cómo dice la canción “La suerte es amiga de la acción”.
Creencia de “yo sé por qué no consigo trabajo… ” “Me las se todas”
En general el desempleo es un fenómeno complejo. Las simplificaciones del tipo “ es por culpa del gobierno”, “ es por que vivo en x lugar”, “es por que no tengo contactos”, etc ayudan a calmar la conciencia porque “ hace culpable” a un agente externo sobre el que tenemos poco control pero no brinda soluciones concretas y aplicables.
Acudir a un profesional de la materia que nos ayude a identificar cuales son los factores incidentes; como están influyendo en la situación y cómo mejorar estos puntos oscuros es muy importante.
Creencia de la aversión al riesgo “Si es seguro lo hago”, “si hacer ese taller me va a conseguir trabajo seguro lo hago, pago lo que sea, si no, no”
El miedo a equivocarse, al “fracaso” y enfocarse en las consiguientes pérdidas que conlleva es una abstracción selectiva. Todo proyecto que emprendamos supone la posibilidad de equivocarse o no llegar al resultado esperado, y sin embargo ello no es razón suficiente para no intentarlo. Sesgar la experiencia a los aspectos negativos limita la posibilidad de aprender y mejorar. Por supuesto que salir adelante y cumplir objetivos es una tarea difícil, pero sin duda lo vale. En el peor de los casos, luego de una reflexión sabremos qué conductas sumany cuáles no.
Creencia fatalista “a mi nada más me pasan estas cosas”
Es pensar que los eventos sólo le ocurren a uno. La mejor manera de cambiar estas ideas es poniéndolas en contexto y conociendo otras personas en situaciones similares. Para esto es muy bueno participar de grupos de orientación, leer relatos de casos y ver películas sobre la temática.
Creencia del Beneficio inmediato “Hago esto, esto y esto y ya consigo trabajo”
Suponer que con solo accionar automáticamente el “universo conspirará a nuestro favor” y automáticamente obtendremos los resultados esperados es al menos inocente. Hacer las cosas bien no implica necesariamente que alcanzaremos nuestros objetivos al instante. Pensar que se van a obtener resultados muy pronto puede frustrarnos mucho. Lo que tenemos que pensar es que, si hacemos las cosas bien, tenemos claro lo que buscamos y nos esforzamos de manera suficiente y consistente, los resultados llegarán.
Creencia autosuficiente “Yo ya conozco todas las técnicas, sé las que son mejores para mí y cómo aplicarlas. Si no encuentro trabajo es porque no hay”, “Todo el mundo debe buscar trabajo de la misma manera”
La búsqueda de empleo es mucho más que hacer un curriculum. Para aplicar bien (es decir, para que se consigan resultados) las técnicas de búsqueda, primero tenemos que definir bien qué estamos buscando, cuáles son nuestros objetivos. Luego elegiremos las mejores técnicas y deberemos afinarlas lo más posible. Además que conocer las técnicas no implica que se apliquen bien.
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En próximas entregas seguiremos con este tema….
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